Tómate algo conmigo
antes de que ardan las aceras,
de que la primavera acabe y cuéntame
qué hiciste en este tiempo,
dime que estás bien.
Entremos aquí mismo, ¿te casaste?
No me digas...
Jefe, un par de cañas.
Confiesa que me buscaste
entre los escombros,
en las ruinas del alma.
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