Dos clases de espejos existen.
No hablemos de espejos físicos cóncavos y convexos, pues también existe un espejo que conversa con la justicia; donde se ven nuestros valores, nuestros defectos, nuestros triunfos, errores y fracasos... Donde está reflejada nuestra verdad.
De vez en cuando hay que ocuparlo.
No hablemos de espejos físicos cóncavos y convexos, pues también existe un espejo que conversa con la justicia; donde se ven nuestros valores, nuestros defectos, nuestros triunfos, errores y fracasos... Donde está reflejada nuestra verdad.
De vez en cuando hay que ocuparlo.
Hay tantas personas que ignoran aquel espejo... me incluyo, una vez casi lo pierdo. Y me siento tan culpable por haberlo descuidado, soy lo único que tengo, es lo único que tengo. (Ahora lo tengo conmigo, gracias a las caídas)
ResponderEliminarUn placer leerla.