sábado, 17 de julio de 2010

Que me gusta tanto.

Es la mezcla entre la tierra,
las montañas sin nieve,
la madera, el barniz,
un café recién servido muy dulce,
y el pasto,
un bosque frondoso en primavera,
un viaje bajo el mar,
el medio ambiente como símbolo de la esperanza.

El conjunto es como un árbol,
con raíces que nadie ve pero existen,
y que dan vida a todo un enredo de felicidades.
Su brillo casi despiadado,
que inunda a los míos de luz,
de destellos constantes y equilibrados de sonrisas y eternidad.

Esos son tus ojos,
que reflejos de los míos
son todo,
todo lo que puedo pedir...



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