Dormito... Sentada en la escalera de la 113 hacia la Ciudad Satélite.
No todos lo hacen (no lo entiendo). Algunos observan la apariencia de esta ciudad contaminada por ese progreso que no progresa, otros se sumergen en la melodía de sus canciones... Y yo duermo con los ojos abiertos.
No todos lo hacen (no lo entiendo). Algunos observan la apariencia de esta ciudad contaminada por ese progreso que no progresa, otros se sumergen en la melodía de sus canciones... Y yo duermo con los ojos abiertos.
En el cerrar de mis ojos pronto a ocurrir, funciona mi memoria emotiva... Único momento y espacio en que los recuerdos reaccionan... Y recapitulo instantes.
Quisiera saber qué está pensando la señora gorda del frente o el niño que no deja de llorar... Quisiera saber qué sueña aquel muchacho boquiabierto o qué piensa aquella niña con atisbo de lágrima: Yo.
No sé si sería buena opción saber qué piensan todos ellos... Pero siempre; siempre que me siento en aquella escalera, cada tarde después de la Universidad, me imagino que estará pensando cada uno; y cómo sería todo si yo en realidad, pudiese saberlo.
Sé que nunca lo sabré... Aunque dadas las circunstancias, si lo supiera... Por lo menos existiría algo nuevo que evocar mañana, y así no tendría la maldita necesidad de siempre pensar en ti.
Sé que nunca lo sabré... Aunque dadas las circunstancias, si lo supiera... Por lo menos existiría algo nuevo que evocar mañana, y así no tendría la maldita necesidad de siempre pensar en ti.
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