Hoy me acordé del constante desayuno a la cama. Así sin platos, sin servilletas, tan tú. Me acordé de despertar y verte, después de haber dormido sintiéndote.
Me acordé y sigue la nostalgia de esos momentos, de los buenos momentos que siempre quedarán, y que espero nunca, nunca olvidar.
Quisiera que supieras que amo mi trabajo, que soy feliz yendo... Que si estuvieras ya no te contaría de por qué lo paso tan mal y de todo lo que me carga. Quisiera que supieras que mi mamá empezó a ir al psiquiatra, que ya está más contenta y que se nota la diferencia.
Y quisiera que supieras que lo demás sigue igual: el Marco Antonio, el Falcon, mi hermana no está pero falta poco para que vuelva. Y que yo también me parezco a la de antes, a la que te copió en el ísimo, en el no me interesa. A la que aprendió a tostar el pan para que no se queme, la que te ponía cara de mono, a la que le encantaba cuando entrecerrabas los ojos como chinito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario