viernes, 1 de mayo de 2009

Tu anhelada soledad.

Tu soledad
pintada en un cuadro amargo
en escala de grises.

Tu soledad
es el vívido sueño que despierto y dormido
siempre quisiste.

Tu soledad,
que vuelve a ser tu compañera,
hoy ya no la quieres...

Qué mal agradecido eres.
Siempre fui segunda
después de la soledad.
Mi inseguridad, mis celos; por ella.

Y ahora que llegó a darte un beso, ¿no la quieres?
Tú no eres diferente...
Eres un hombre como todos
después de aprender a sentir querer.

Pero si quieres espera,
la soledad seguramente se aburre y se va.
Ahí puede que vuelva yo,
para ser la primera y no siempre estar después de ella.

1 comentario:

  1. Dany Céspedes:

    No hay como de esos hombres, en los que la enemiga no es una falda, sino que la invencible soledad.
    =P Lo peor es que la soledad no tiene nombre, ni siquiera rostro como para cachetearla... En fin, saludos Javi...
    Sigamos escribiendo y leyendo... dicen por ahí que escribirlo es como vivir 2 veces.

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