lunes, 27 de septiembre de 2010

sin título.

Días en que las sonrisas mienten,
que los fracasos se caen,
que las lágrimas se quedan calladas,
que las pérdidas se hacen patentes.

Tiempos en que todo era mejor,
o que lo parecía.
Donde no existía el rencor,
y ella sonreía.

Lugares que esconden mentiras,
que dicen caricias,
que hablan las cosas,
y susurran los motivos del dolor.

Palabras que sobran
cuando todo se termina,
sonidos que ahorcan
y unas cuantas despedidas.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Empujón.


Horario punta, el andén de la estación Santa Ana por la Línea 2 repleto, yo en primera fila justo detrás de la línea amarilla.
Me imagino que el hombre de atrás en vez de acariciarme candentemente el cuerpo, pone sus fijaciones y pulsiones, en empujarme.
Caigo en el medio, justo donde no llega la corriente. Si me muevo un poco podría morir. Miro a la derecha y viene acercándose el metro desde Puente Cal y Canto. Viene rápido como siempre y no lo podré detener ni con un grito de ayuda ni con mí misma haciendo presión bajo de él. Me aplasta, me electrocuta, no encontré mejor forma de morir.
Justo llega el metro y nunca me importa si es ruta roja o verde, total tengo que ir sólo a Los Héroes. Éste era rojo.