miércoles, 27 de abril de 2016

Chauwaf

Teniendo en cuenta tu ausencia me quedo con lo que me dejaste: unos tantos tantísimos regalos, que a pesar de la materialidad dicen tanto de ti y de mí. De la risa que nos dio después del show con el pantalón negro - qué diferente hubiese sido haberse tomado otras cosas de la misma manera -. Me acuerdo de mi cumpleaños 2015 que me esperabas en el vagón de Ñuble. Me acuerdo de esos dos meses en que hiciste patente en nosotros todo el apoyo que puedes darle a alguien... Me acuerdo de las películas que vimos acostados en tu cama, de las veces que ordenamos tu pieza, de cuando íbamos a la piscina, me acuerdo también de las clases a las que fuimos juntos y de tus clases a las que fuí (todavía me acuerdo de las tribus, de mu, de la bola abierta...).
Me quedo entonces con los recuerdos, con los que se van a quedar para siempre, porque sé que se van a quedar, porque ya barrí toda la basura y lo que quedó es eso más limpio, lo que no se tiene que sacar, lo que se queda.
Me quedo con todas las canciones de Avenged Sevenfold, de Mr Big. Y me quedo sobre todo con el título 7, porque ya no lo tengo, porque se borró, desapareció como si nunca hubiese existido, pero lo tengo en mi mente, tengo ese ritmo en mis pensamientos, me lo sé de memoria; igual que a ti.

jueves, 7 de abril de 2016

Mientras tú llegas



Hoy nace un niño y el otoño me sonríe. 
Tú me lo pides y yo dejo de fumar. 
Y la ciudad febril tirita ante este encuentro. 
Todo conduce a ti, mientras tanto espero. 
Y yo que no creía en el destino. 

Mientras tú llegas las horas pasan 
clavando en mí sus agujas 
y en la penumbra me despierto 
buscándote a tientas. 
Mece mi cuerpo como a un árbol la tormenta 
y en su corteza tallo tu nombre. 
Mientras tú llegas, espera un hombre 
inquieto, escribe en el cielo 
blancos recuerdos del futuro 
y mil aves vuelan 
para llevarte una radiante azucena, 
promesa de un tiempo mejor. 
Promesa de un tiempo mejor. 
Promesa de un tiempo mejor. 

Ya no sé qué inventar 
para llenar las horas. 
Todas las cosas se empeñan 
en hablarme de ti. 
Y, así, te escribo, me hago un té, me duermo. 
Salgo de casa, me digo que estoy bien, me miento. 
Feliz, sonrío y la tormenta se despide 
y en mi sonríen todos los hombres del mundo. 
En ti descubro siempre todos los misterios, 
la calma que atenúa este implacable vértigo. 
Y todo se ha de salvar si apareces tú. 

Mientras tú llegas las horas pasan 
clavando en mí sus agujas 
y en la penumbra me despierto 
buscándote a tientas. 
Mece a este tiempo como a un árbol la tormenta 
y en su corteza tallo tu nombre. 
Mientras tú llegas un hombre espera 
y resuelto hace su nido 
y en el principio fue tu verbo, 
amarte así, con la urgencia 
de quien teme que llegue su fin. 
Sin ti sólo queda esperar. 
Mientras tú llegas, esperar. 
Sin ti sólo queda esperar. 
Mientras tú llegas, esperar.