viernes, 8 de octubre de 2010

Salí a volar.

El otro día me acordé que a veces lo hacía... Tomé mis cosas, cerré la puerta, abrí el portón, me puse las alas y empecé a volar.
Me di cuenta que las cosas han cambiado mucho, el cielo ya no llora y el aire está más limpio, ya no me cuesta tanto respirar y se va poniendo turquesa. No hay días grises allá arriba, abajo tampoco, tengo que reconocerlo.
Había estado mucho tiempo abajo, hace años que no volvía a volar.
Hace un tiempo que lo hago más seguido, hace siete meses, más o menos. Pero esta vuelta ha sido diferente a todas las que anteriores había hecho. Los números me cuentan que todo está mejor, y a veces me siento en las nubes y parecen algodón, increíble se siente estar ahí, saltar de una a otra, a veces quedarme horas y horas ahí.
Ya no es tan difícil como antes, las alas muchas veces se me perdían, volvían y de nuevo, perdidas... Ahora sé siempre dónde estarán, nunca se me pierden de vista ni salen volando sin mí. Porque ahora existen alguien(es) que siempre me hace sentir que existen esas alas, y que cada vez que quiera, las puedo tomar... Y volar.

todo

todo lo que me gustaría ser, y no soy...

sábado, 2 de octubre de 2010

Creo que ella me ha domesticado.

"- ¿Qué significa "domesticar"? -volvió a preguntar el Principito.
- Es una cosa ya olvidada -dijo el zorro-, significa "crear vínculos... “
- ¿Crear vínculos?
- Efectivamente, verás -dijo el zorro-. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...
- Comienzo a comprender -dijo el Principito-. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado..."
(El principito, Antoine de Saint Exupery)