lunes, 19 de noviembre de 2018

"Con todas las personas con las que he vivido una historia de amor, mantengo un hilo invisible que nos conecta en la lejanía. Ahora nos separa un océano, pero creo que todos mis ex saben cuánto les quiero, cuánto disfruté con ellos, cuánto aprendí, y cuanto crecí a su lado. Porque he querido siempre que lo sepan: que me tienen ahí por si necesitan algo, que estoy aquí feliz de verles felices."

viernes, 27 de julio de 2018

Enero 2015

Desde enero de 2015 un estado de whatsapp que dice "Invéntate el final de cada historia", y yo me pregunto "¿Qué diría Freud?"
¿Que el amor es eterno mientras dura? ¿que la noche debilita los corazones? ¿o que fue difícil tener que inventarle un final?
La excusa más cobarde es culpar al destino.

martes, 10 de julio de 2018

Y cuando sonríes así bien grande.

jueves, 21 de junio de 2018

Qué será de nosotros

Y entonces uno responde preguntando qué tal, y en el fondo estás preguntando otra cosa. Y ella dice "bien", y ahora te da la sensación de que en el fondo, no sé, te está diciendo otra cosa.
Así que finalmente os das un beso. Y ella se da vuelta, camina por la calle y tú te quedas allí en medio, mirando cómo se marcha, cómo se mete en su mundo familiar.
Y tú te vas, y no es que este encuentro cambie todo, ¿sabes?, no es que revolucione tu vida y que de repente andes obsesionado o cabizbajo, pero no sé, ¿sabes?...
Algunas tardes de domingo cuando no suena el teléfono, cuando hace mucho frío, cuando vuelves de un viaje. De repente te preguntas qué hubiera pasado.

Dulce memoria.

Odio las canciones de amor que traen tu recuerdo a mi casa
Ya ves, a veces me canso de mí, de no tener valor para buscarte y cometer todo delito que este amor exija
Si se callase el ruido, quizás podríamos hablar y soplar sobre las heridas
Si no ves más allá de tu horizonte, estaremos perdidos
Siempre al otro lado de tu frontera
No estarás sola, siempre habrá quien se parta en dos en cada despedida
Nunca dejes de buscarme, la excusa más cobarde es culpar al destino
Procuraré mantener la luz encendida por si se te ocurre volver derrepente
Y así te escribo, me hago un té, me duermo. Salgo de casa, me digo que estoy bien, me miento.
Llueva, nieve o truene, yo te esperaré siempre
Y yo te diría, no sé, que las cosas van a marchar bien
La curva de tu espalda, el hueco en el que anido
Que andarás haciendo ahora
Seremos otros, seremos más viejos, y cuando por fin me observe en tu espejo, espero al menos que me reconozca, me recuerde al que soy ahora
Ven, acércate a mí, que otras primaveras te han de llevar muy lejos de mí
La noche debilita los corazones
De por qué te extraño aunque me olvides.

domingo, 17 de junio de 2018

La Albita.

Así era ella, su nombre lo decía: era pura luz. Vivía por los demás. Y era como una hormiguita, chiquitita y trabajadora, me acuerdo de su sonrisa y me pongo contenta.
Una vez fuimos al cementerio, limpió completa la lápida de mi papá, lo dejó bonito.
Yo era como su hija, nadie puede decir lo contrario. Y ella era como mi mamá.
Lo que siento al haber dejado de verla es eso; es como si mi mamá se hubiese ido y no la hubiese visto más.
Pero esa luz se quedó en mí, en todos los recuerdos, en las veces que lloro echándola de menos.

Me conformo con eso.

sábado, 24 de marzo de 2018

Ven


Llega tu recuerdo y me hago el distraido
Bebo en tu memoria y me estrello en tus labios.