Proyecciones.

Hacemos planes de viajes que nunca haremos juntos,
imaginamos el futuro encontrándonos,
una tarde de invierno, un abril lloviendo,

Y nadie asegura que no seremos dos extraños,
que la distancia que nos alejó durmiendo al lado
no se haga presente cuando ya no sea cotidiano.

Agonía.

Pasamos el tiempo sabiendo que se acaba
Recordando momentos que nos hicieron bien
Recorremos el espacio lentamente
Con lágrimas contenidas de lo que se viene después
Y aunque nos vamos con la sensación de haberlo dicho todo
Siempre hay algo que se queda en el terreno de lo sagrado
En cada caricia, en cada silencio recorriendo tu cara, en cada vez que cierras los ojos y respiras ahogado.
Y se queda también algo de ti,
La calma que me das y que me hace dormir,
El aprendizaje de esperar,
de perdonarme y perdonarte
Algunas de las cosas lindas de vivir.

Un vil souvenir

Al principio brillábamos juntos con León Larregui, pretendíamos cambiar el mundo con Briceño y Ases Falsos. Después tuvimos un nuevo hogar, de Diego Peralta. Y en todo momento reímos con Edo Caroe.
En una oportunidad escuchamos juntos Chris Cornell, desde bien arriba y con un poco de sueño. Y hace pocos meses escuchamos a la Pam Pam en un bar de mala muerte cerca de Vicuña Mackenna. Mientras Plaza Italia estallaba...

Nunca serás un vil souvenir, pero ¿puedes decir lo mismo?

Procesos

El mínimo fallo,
la ansiedad,
los cálculos,
las medidas exactas,
la paciencia.

Duplicada,
temperada,
burbujeante.
Y sí,
también pegajosa.

La tensión plegada,
las manos entrecruzadas,
el arrastre
y el frío.
Que nadie diga que esto no es terapia.

Y al día siguiente
el agua caliente,
la greña,
el horneado:
El pan.