Entre amanecer y atardeceres

Empezaba a amanecer

Entre codos, entre manos

Gateaba el sol desde el este

Sonaban colores naranjos

Con el cielo casi blanco

Había celeste, rojo y amarillo claro

Jugaban las nubes

Volvían y se iban

Muchas veces llovió,

muchas veces

Empezaba el sol a cansarse

Se notaba en el mar un reflejo bostezado

Muchas veces bajaba los brazos,

muchas veces.

Se miraba el sol y la luna

A veces enojados, a veces enamorados

Se encontraban de vez en cuando

Hubo muchas derrotas

Muchos eclipses de sol

Muchos eclipses de luna

Hubo oscuridad

Muchas despedidas

Pero todos los días sale el sol

Todos los días se esconde la luna.

Te amo

Hagamos que choquen nuestras copas, por habernos encontrado

Único.

Porque eres el único que ha estado ahí siempre, el único que no me ha dejado sola a pesar de mis errores, el único que ha luchado aunque sin ganas, el único capaz de contenerse y no decir ciertas palabras, el único incapaz de contenerse y decir tantas.

El único

Si no soy lo que mereces este es el momento para empezar a serlo. Porque eres el único en todo lo que más quiero es hacerte feliz.

Te debo esto y mucho más.

De hace tiempo

Tenía miedo de abrir el refrigerador, de sacar la leche.
Miedo de abrir el cuaderno, el naranjo.
Miedo de sacar las llaves, las del monito animado.
Miedo de abrir la mochila, la que compraron.
Miedo de que llegasen las 10, la hora de 35ten.
Miedo de pasar por ciertos lugares, donde estuvieron,
donde no han estado.
Miedo de lo que fuera.
De que en cualquier momento apareciera
ese característico rostro,
mirándole, diciéndole,
algo que jamás podría olvidar.


Un miedo de hace ya mucho tiempo.