miércoles, 28 de octubre de 2015

Descubriéndot(m)e

Me descubrí, me volví a encontrar y me di cuenta de todo lo que se había escondido, que se fue con el tiempo, pero estaba.
Me encontré riendo con imitaciones, y sintiendo cosquillas al verlo cantarme. Me vi escuchando música electrónica, y me busqué gustando de ella. Me sentí contenta cuando no paraba de hablar, y me reí a carcajadas cuando lo molesté por eso, cuando él también se rió por eso.
Volví a encontrar a esa Javiera feliz... A esa que se había ido hace mucho tiempo.

martes, 20 de octubre de 2015

Cuando dejó de ser niño

Él tenía ocho años cuando lo conocí. Le gustaba jugar videojuegos, y se pasaba la tarde jugando en el patio con los perros. Era un niño un poco gordito, comía papas fritas y ramitas, muchas veces lo reemplazaba por el almuerzo si es que lo que había no le gustaba. Era muy tierno, tenía mucha personalidad. Una vez fue a mi casa, entró como si fuera la suya y cuando vio a mi hermana, dijo que veía doble.
Era un niño al que le encantaba compartir con otros, tenía como su mejor amiga y compañera a su prima Vania, con la que había crecido. Jugaban juntos, veían películas. Algunas veces vimos películas con ellos también, en la casa y también los llevamos al cine una vez. También fuimos al cine con él, vimos Toy Story 3, en ese tiempo le gustaba salir con nosotros. Ese día se comió casi todas las cabritas.

Después fue creciendo, cuando tenía nueve y diez años, no le gustaba mucho bañarse, justo estaba entrando a la pubertad pero le daba lo mismo, pasaban días y a veces semanas, y ahí estaba él, con la misma ropa de antes de ayer, jaja. Todavía le gustaba jugar con nosotros, íbamos juntos a la playa en el verano, le encantaba bañarse. Ahí también vimos películas juntos, tirados en la cama, a veces le gustaba ir a meterse a la cama de su hermano y recuerdo bien que una vez estábamos él y yo en la cama, bien tapaditos mirando la televisión.

Cuando lo cambiaron de colegio, hubo también un cambio en su personalidad. Poco a poco empezó a crecer, a entrar en la adolescencia de los libros: dejó de interesarse por jugar con nosotros, por salir con nosotros. Sólo le importaba estar con sus amigos, quizás también con sus amigas. Ya le parecía muy importante bañarse todos los días, a veces más de una vez, le era imprescindible el desodorante. Se empezó a alejar a internarse en sí mismo, y creció, creció literal y psicológicamente. Su mayor tiempo comenzó a compartirlo con una pelota de básquetbol, comenzamos a ser invisibles para él.

Y así me fui de su vida... Siendo invisible, y sin que supiera cuánto le agradezco de ser la primera persona a la que vi crecer. Y no puedo evitar las lágrimas al recordarlo, porque lo quiero, lo quiero mucho, a mi Nikito. Y siento tanto no poder estar en el momento en que vuelva, en que tenga 18 años, esté estudiando para la PSU, esté nervioso por los resultados... Cuánto voy a extrañarlo.

jueves, 15 de octubre de 2015

Magia

Magia es probar a saltar sin mirar
es caer y volver a empezar.

domingo, 4 de octubre de 2015

Sólo soy aquel que te amó como pudo...