jueves, 26 de noviembre de 2015

Ahora no sé si tú exististe o eres sólo un sueño que yo tuve

lunes, 16 de noviembre de 2015

Un mal soldado

Tuvo que convertirse en soldado. No le quedó otra que ponerse la armadura, que cubrirse de metal y pelear todas las guerras que lo rodearon.
No le quedó más que olvidarse de sí mismo, que meterse dentro del traje, que mirar sólo hacia afuera, que luchar por los otros, que limpiar las lágrimas, los sollozos y los gritos. No tuvo opción más que olvidar las preguntas de quién soy que rodean a los todavía adolescentes de 18 años.
Y se quedó entreparéntesis, su identidad suspendida y cristalizada.
Hoy surge nuevamente la pregunta, porque ya no es necesaria la armadura, porque no tiene que fingir ser nadie, porque ya no es a él a quien le corresponde seguir luchando en cada batalla.
Ahora que está perdido, que se mira en el espejo y se sabe muchas veces enmascarado. Que le pido que lo haga: quítate la máscara, sácate la armadura, ya no eres un soldado y si hay una nueva batalla, el imperio lo construimos sin necesitarlas.

jueves, 12 de noviembre de 2015