Te escucho y en el tono del sonido encuentro acordes que ya habían tocado mis oídos antes.
El silencio que invadió y el espacio que rellenó antes alguien a quien odié igual que a ti.
La pérdida del respeto y de la empatía hoy tienen tu voz, aunque nisiquiera conozca tu sonrisa ni tu cuerpo, aunque sólo cultives en mí el recuerdo.