domingo, 10 de julio de 2011

Una cuerda...

Se siente como caminando en una cuerda a muchos metros del suelo. Si me muevo un poco más, si doy un paso mal sólo un paso mal, todo se va a destrozar y voy a caerme de la cuerda todos los metros que hay del suelo, tan fuerte que todo el peso va a caer hasta más abajo, llevándome tierra conmigo y quedando hundida en ella, cubierta de tierra.
Siento que la cuerda no termina, que nunca llego al otro extremo donde hay una superficie firme y ancha. Siento que ya no hay nada más que hacer, que la cuerda seguirá para siempre y yo no podré hacer nada más que seguir intentando no caer, hasta que me canse y decida dejarme perder.

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