jueves, 11 de junio de 2015

Deme un cuba libre

Las casas rotas,
las calles desahuciadas
niños que piden dinero en las calles
y un señor que vende jugos de coco caliente

Los vecinos conversando afuera de las casas
El calor que ensordece,
las risas blancas en rostros nubosos
El sabor de las voces

Los habanos de La Habana
que ningún ciudadano puede fumar...
Una ciudad llena de turistas
y comodidades que sólo turistas pueden aprovechar.

10 CUC un plato de comida
y personas que con eso mismo
tienen que vivir todo un mes
tienen que comer todos los días.

Y si llegamos a Varadero
cambia todo el paisaje:
se van los rostros, se van las peticiones,
se va la humedad, se van las sonrisas.

Llega la realidad de una Cuba que no está libre,
que vive de los otros que aunque digan bienvenidos,
es lo que puede matar a este país
cuando todos los que quieren irse se vayan.

Que sólo esté libre en el ron y la casi coca cola
No significa que en esas calles con vecinos conversando
en esos niños pidiendo dinero
ni en el vendedor de coco caliente
no exista la pregunta por qué sería de nosotros
si no fuéramos esta isla
que busca en el encierro la libertad.

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